Unidad 1 (continúa)

 

Émile Durkheim

Nació el 15 de abril de 1858 en Épinal (Lorena,Francia), en el seno de una familia de origen judío. En 1879 ingresó en la Escuela Normal Superior de París, donde estudió, entre otros, con Fustel de Coulanges. Lo apodaban "El Metafísico" debido a su marcado interés por las cuestiones filosóficas. En 1882 se licenció en Filosofía, disciplina en la que se formó bajo la influencia del positivismo y el evolucionismo.

Para abordar el análisis de la realidad social, cursó estudios específicos en Francia y Alemania durante 1785 y 1786, leyendo las obras de algunos de los precursores de la Sociología, entre ellos de los franceses Montesquieu y Tocqueville y de los alemanes Simmel, Tonnies y Wundt. Pero fue Auguste Comte quien lo marcó más profundamente, transformándolo en su heredero y continuador.

Enseñó Pedagogía y Ciencias Sociales en la Facultad de Letras de la Universidad de Burdeos desde 1887. En 1893 publicó su tesis doctoral, La división del trabajo social, y dos años después Las reglas del método sociológico. Durante 1896, sus cursos sobre Sociología se convirtieron en la primera cátedra de esta disciplina en Francia. Al año siguiente (1897) publicó El suicidio.

Al comenzar el siglo XX (1902) fue nombrado profesor suplente de la Cátedra de Pedagogía de la Sorbona de París, donde obtendría la titularidad en 1906. En 1911 publicó su comunicación al Congreso de Filosofía de Bologna, Juicios de realidad y juicios de valor, y, en 1912, Las formas elementales de la vida religiosa. En 1913 se le permitió cambiar el nombre de su cátedra por el de "Sociología".

La muerte de su hijo (1915), en el frente de Salónica durante la Primera Guerra Mundial, lo sumió en la depresión y debilitó su salud causando su propia muerte (París, 1917).

A su muerte fueron publicados Educación y Sociología (1922), Sociología y Filosofía (1924), La educación moral (1925) y El socialismo (1928).

Durkheim fue un ferviente defensor de la aplicación del método científico al estudio de los fenómenos sociales, a los que consideraba "hechos sociales que deben ser tratados como cosas".

Al igual que Comte, Durkheim se interesó por el estudio de las bases de la estabilidad social. Y creyó encontrarlas en la moralidad y la religión, en los valores compartidos por cada sociedad. Esta conciencia colectiva es —según su interpretación— la que da a la sociedad cohesión y orden. Cuando una sociedad sufre la pérdida de los valores compartidos cae en un estado de "anomia" (sin norma, sin ley) y los individuos que la componen experimentan un creciente grado de ansiedad e insatisfacción. En El suicidio estudia, con una base cuantitativa brindada por los registros oficiales de suicidios de países de la Europa occidental, el crecimiento de la tasa de suicidios en los países protestantes y lo compara con la tasa de suicidios de los países con mayor proporción de población católica. Ello le permite relacionar el mayor grado de libertad que brinda el protestantismo con el mayor nivel de anomia, la consiguiente agudización de la ansiedad y la más elevada tasa de suicidios que se registra en los países de mayoría protestante.

Durkheim entiende a la sociedad como una realidad espiritual que no puede reducirse a la mera suma de los individuos que la componen. Las leyes que rigen esta realidad espiritual difieren de las que rigen la psiquis del individuo. La tarea del científico social consiste, justamente, en estudiar las representaciones colectivas (derecho, moral, religión, etc.) que la sociedad impone al individuo. Uno de los hilos conductores para él fue la ecuación individuo-sociedad donde la sociedad es una realidad por sí misma con leyes propias, y previa a los individuos que la constituyen.

En toda sociedad se da una solidaridad básica, que varía según sea el tipo de sociedad. En las sociedades primitivas se da una solidaridad que él denomina mecánica, por el lazo de sangre o parentesco. En las sociedades modernas, la solidaridad es orgánica y se funda en la división del trabajo, en la complementación para la obtención de los medios de subsistencia.

Durkheim consideraba a la religión como un componente esencial de la vida social. Por eso afirmaba: «Mientras haya hombre, habrá religión.» Según él, mediante la religión es la propia sociedad la que se diviniza a sí misma.

Émile Durkheim fue, sin lugar a dudas, uno de los principales responsables del surgimiento y reconocimiento de la Sociología como ciencia. Hizo todo lo que estuvo a su alcance por dotarla de un método científico que la pusiera en estrecha relación con los "hechos", con el fundamento empírico, y la distanciara de los juicios de valor. Su influencia se extendió más allá del campo sociológico, proyectándose sobre la Antropología, la Pedagogía, la Historia, el Derecho y la Filosofía.

Postuló las bases de una metodología científica para la sociología, en particular en la obra "Las reglas del método sociológico" (1895), y en "La división del trabajo social" (1893), libro que además es su tesis. Su método reposa esencialmente en la comparación de estadísticas y características cuantitativas, buscando liberarse de todo subjetivismo ligado a toda interpretación cualitativa, y a desembarazarse de todos los prejuicios morales o moralizadores a priori para comprender los hechos sociales como en su obra: "El Suicidio

 

 

 

 

Max Weber

 

Maximiliano Karl Emil "Max" Weber (abril 21, 1864 a junio 14, 1920) era alemán sociólogo, filósofo y economista político cuyas ideas influyeron en la teoría social , la investigación social y la disciplina de la sociología misma. Weber se cita a menudo, con Émile Durkheim y Karl Marx, como uno de los tres arquitectos fundadores de la sociología. 

Weber fue un defensor clave de antipositivismo methodological, argumentando a favor del estudio de la acción social a través de la interpretación, basado en la comprensión del propósito y el significado que las personas atribuyen a sus propias acciones. 

Max Weber concibe la sociología como la ciencia que se enfrenta a la acción social (para su comprensión) desde un enfoque de conocimiento interpretativo para explicar causalmente su desarrollo y sus efectos

Una acción es social, en virtud, del sentido subjetivo del actor individual (o individuos) que orienta su desarrollo en base a la comprensión del comportamiento de los otros.

A diferencia de Comte, no cree que la Sociología deba convertirse en una ciencia empírica, por el contrario cree que la Sociología es una ciencia humana que se basa más en la comprensión que en la explicación. No puede ofrecer unas leyes universales del comportamiento humano, ni puede confirmar que exista un progreso en las sociedades. Por otra parte, frente a Marx y a los marxistas, Max Weber rechaza la búsqueda dogmática de causas económicas a todos los fenómenos.


Max Weber cree que los hechos sociales tienen una regularidad, pero no cree que pueda encontrarse una ley universal para todos los fenómenos. Lo importante es comprender de qué manera los individuos que forman parte de un grupo comprenden e interpretan lo que les ocurre. Para comprender los hechos sociales es necesario reconstruir el sentido que los actores atribuyen a la acción que realizan. Por tanto, el método que utiliza otorga mayor importancia al individuo: se produce un desplazamiento desde la sociedad en general hacia el interés por el individuo.

Para que una acción sea social debe presentar dos características:


1ª Que se realice teniendo siempre en cuenta a otros. La acción ha de tener en cuenta a otras personas, aunque se realice en soledad o inconscientemente.


2ª Que las demás personas lo entiendan. Es necesario que la acción tenga un valor de símbolo para otros. No importa que sea aceptada o no.


En la Ética protestante y el espíritu del capitalismo, Max Weber intenta desvelar los motivos por los que ha surgido en Occidente el capitalismo. Cuando habla de capitalismo Weber se refiere a una organización racional del trabajo. Se trata de una organización racional que afecta tanto a los medios como a los modos de producción.

 

Aquí algunos videos que se refieren al pensamiento de Max Weber

 

 

 

Karl Marx

Karl Marx es otro pensador que ha tenido una profunda influencia en el pensamiento social y la crítica del siglo XIX. Marx es uno de los principales inspiradores de la idea entre conflicto y antagonismo para explicar la dinámica social. Proviene de la escuela Hegeliana. Su principal base serán los procesos económicos y la teoría del conflicto para explicar la dinámica social.  Fue principalmente en Alemania donde desarrollara una teoría mayor de la sociología, influenciando posteriormente, entre otros, en la Escuela de Frankfurt.

Sus dos grandes temas de investigación fueron:

Ley económica de la evolución moderna.

Procesos específicos de conflictos de clase.

Con lo cual se planteó uno de los estudios sociológicos más ambiciosos. Pretendía descubrir la estructura y funcionamientos de los medios de producción a través de la dinámica de conflictos y antagonismos y para ello necesitaba de una definición de las leyes del capitalismo.

Situó sus estudios en dos planos interdependientes:

√ Hombres concretos.

√ Procesos históricos.

Entendía a los individuos como seres sociales que desarrollan su naturaleza en la sociedad marco donde se producen las interacciones sociales y las más importantes eran aquellas que se realizaban en la producción de materias. Aplico las categorías del carácter hegeliano pero solo como categorías marco conjugando lo teórico-racional y lo empírico-concreto. Se trataba de llegar a conocer científicamente las leyes del desarrollo social para determinara los principales factores que daban lugar a la génesis de cambio y la dinámica social siendo para él el conflicto de clases como el más genérico motor de la historia. Pretendía descubrir la estructura y funcionamiento de los sistemas de producción a través de la dinámica histórica generada por los conflictos de clase que engendraban y para ello necesitaba la teoría de las clases sociales, de procesos de cambio, las ideologías, el hombre y su dinámica social, una definición de las leyes del capitalismo desde la perspectiva crítica.

En el pensamiento de Marx podemos observar:

Carácter central de las relaciones de producción.

Interacción socioeconómica jurídico-política.

Dialéctica realidad social-conciencia.

Contradicciones-conflictos-cambios donde las revoluciones actúan como puntos de partida.

Evolución social según los modos de producción.

Marx es ante todo el sociólogo y el economista del régimen capitalista convencido de que no se puede comprender a la sociedad moderna sin comprender la evolución de su sistema económico.

 

 

 

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